En 1496 se trasladó a Roma donde ejecutó la PIEDAD DE LA BASÍLICA DE SAN PEDRO. Vuelto a FLORENCIA, labró en 1502 el famoso DAVID. Poco después ejecutó cierto número de pinturas:
SANTA FAMILIA y LONDRES y esculturas, entre las que se destaca la VÍRGEN DE LA CATEDRAL DE BRUJAS.



En 1505, el PAPA JULIO II le encomendó la ejecución de su mausoleo, que había de erigirse en SAN PEDRO DE ROMA. El arquitecto BRAMANTE logró desviar el interés de JULIO II hacia otras realizaciones; finalmente, el mausoleo, terminado en 1546, se colocó en SAN PIETRO IN VINCOLI, de ROMA, quedando reducido al mínimo, destacándose en el mismo una admirable figura de MOISÉS. Los esclavos que se conservan en el LOUVRE y otros museos estabas destinados a formar parte de esa grandiosa obra concebida.



BRAMANTE incitó a JULIO II a encargar a MIUEL ÁNGEL la decoración pictórica de la CAPILLA SIXTINA. El genial artista aceptó el desafío y, trabajando solo, desde 1508 hasta 1512, cubrió prodigiosos frescos, ilustrando episodios de la Biblia.
La vasta superficie consta de figuras aisladas, bellísimos desnudos, profetas, sibilas, precursores y ante pasados de CRISTO. Fue una de las obras maestras máximas del arte de todos los tiempos.
Fallecido JULIO II, su sucesor LEON X y EL CARDENAL JULIO DE MEDICIS (futuro CLEMENTE VII) utilizaron los servicios de MIGUEL ÁNGEL haciéndolo trabajar principalmente en FLORENCIA, donde erigió la SACRISTÍA NUEVA SAN LORENZO y los mausoleos de los MÉDICIS (Julián-la acción entre alegorías y la Noche y Lorenzo-el pensador entre la aurora y el crepúsculo)
Durante la revolución florentina (1527), MÍGUEL ÁNGEL, actuó como ingeniero militar construyendo fortificaciones. Casi todos estaban destinados a quedar inconclusos, lo cual no resta nada a su incomparable grandeza.



Vuelto a Roma, en 1534 prosiguió con su actividad plástica y se sumó la poética, pues escribió sonetos apasionados y de forma perfecta, muchos de ellos inspirados por su vinculación con noble VICTORIA COLONNA.





En 1536 el PAPA PAULO III FARNESIO lo nombró arquitecto, pintor y escultor de la sede apostólica y le ordenó decorar con su inmenso fresco el testero de la CAPILLA SIXTINA, donde MIGUEL ÁNGEL representó con vigor y pasión increíbles el Juicio final, quizá inspirada por el espíritu casi demoníaco de la obra sobre el mismo tema-pintada por SIGNORELLI en la catedral de ORVIETO. Esa catarata de CENTENARES de figuras desnudas organizadas en torno del potente y justiciero CRISTO y la DULCE VÍRGEN que presiden el JUICIO, desconcentró y escandalizó al los contemporáneos del artista. Había de inspirar más tarde a maestros como RUBENS y GÉRICAULT y trazaba el programa del estilo barroco. Pese a las resistencias suscitadas por su juicio. Miguel Ángel fue encargado de decorar la CAPILLA PAULINA, representó la vida de SAN PABLO Y SAN PEDRO. Desplegaba su arquitectura en construcciones romanas dirigía trabajos en la BASÍLICA DE SAN PEDRO en sus últimos años ejecutó el SEPULCRO DE CRISTO y se representó como JOSÉ DE ARIMATEA.